
Con un leguaje preciso, seco y sin riquezas metafóricas ni artificiosidad, Maurice se convertió en un compañero de infatigable erotismo y sensibilidad, que desearía tener a mi lado...para cuidarle.
La película de J. Ivory es bastante fiel al libro, y me apasionó un tal Sir Hugh Grant, jovencísimo y homosexual.
1 comentario:
Me gusta tu blog y sobre todo tus comentarios. De vez en cuando deja algún relato corto de los que escribes a veces. Ánimo, sigue así.
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